Tauromaquia... El arte del toreo

En una corrida generalmente tres toreros lidian o torean seis toros, de ellos dos cada torero. Los toreros realizarán su faena por orden de antigüedad, la cual viene dada por la fecha de su alternativa, que se definiría como una especie de licenciatura. Así al primer torero le tocará lidiar el primer toro, al segundo el segundo y al tercero el tercer toro, continuando el primer torero con el cuarto toro y así sucesivamente.

El comienzo de la corrida se abre con el paseíllo, el cual es un desfile ante el público de todos los que intervienen directamente en la misma. Abren este desfile los dos alguacilillos que van a caballo, y atraviesan la plaza para dirigirse a la Presidencia y pedirle simbólicamente la llave de la puerta de toriles, donde se guardan los toros. Detrás van los tres toreros, seguidos respectivamente por los miembros de sus cuadrillas, compuestas por tres banderilleros y dos picadores. Apareciendo al final los mozos y mulas de arrastre que son los encargados, una vez muerto el toro, de retirarlo de la plaza.

Cuando la llave ha sido entregada y el desfile ha culminado, se abre la puerta de toriles. El toro saldrá a la plaza, y con ello comienza la lidia. El torero mantendrá en todo momento un diálogo y una lucha con el animal, tratando de someterlo.

La corrida se divide en tres partes denominadas tercios que se marcan con un toque de clarín. En el primero de ellos el diestro o matador torea con el
capote. Con un toque de clarín se indica que salgan los dos picadores al ruedo, situándose cada uno de ellos en un extremo de la plaza, pero sólo uno ejecuta esta suerte. 


En el segundo tercio se ejecuta la suerte de banderillas, en la que los subalternos, banderilleros o toreros de plata como queramos denominarlos ponen al toro tres pares de banderillas.

En el último tercio el torero ejecutará la suerte suprema, en la que toreará con la muleta en vez de con el capote para al final, tomar la espada o estoque y matar al toro. Estos son los momentos más difíciles de toda su labor, pues en ellos debe conseguir que el toro le embista, y justo en medio de la embestida, aprovechar el momento para clavar su estoque en el animal. Es cuestión de pocos segundos, y en ellos sólo debe concentrarse en acertar en un punto muy concreto cuando el toro en movimiento se lanza a su muleta. Es quizás aquí cuando el diestro expone más abiertamente su cuerpo ante el toro. Es a toda esta lucha a la que se ha considerado una obra de arte viva y efímera.

Si la faena del torero, así como el haberle dado muerte con una acertada estocada, ha transmitido al público toda esa mezcla de sensaciones positivas, el público premia al torero. Los trofeos serán una o dos orejas del toro lidiado, y como máximo el rabo. El público solicita al presidente los trofeos moviendo simbólicamente los
pañuelos, siendo el presidente de la plaza el que decidirá en última instancia, accediendo o no a las peticiones del público. El mayor honor para el torero tras una extraordinaria faena es el de salir del ruedo a hombros de la multitud, abriendo la puerta grande. Todas las incidencias que pueden ocurrir a lo largo de una corrida, así como todo lo que a ésta rodea, está regulado por el reglamento de espectáculos taurinos.

Significado de los pañuelos

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Presidencia de la Plaza de toros Quito
Todas las órdenes las transmite el presidente a los toreros, personal de plaza y espectadores mostrando pañuelos de distintos colores y diferentes significados.
Pañuelo blanco: para el comienzo de la corrida, la salida de los toros, los cambios de tercios, para premiar con una oreja, dos pañuelos blancos dos orejas


Pañuelo verde: para devolver un toro defectuoso o inutilizado para la lidia a los corrales.

Pañuelo negro: si el animal es condenado a banderillas negras o de castigo por no embestir.

Pañuelo azul: si por su bravura y calidad, se le concede al toro la vuelta al ruedo.  

Pañuelo naranja: si por su clase y bravura excepcionales, se produjera el indulto del toro, mandándolo vivo a los corrales.

Pañuelo Amarillo: se muestra cuando el torero ha realizado una muy buena faena y ha matado al toro con una gran estocada.