Tauromaquia... El arte del toreo

TAUROMAQUIA 
Es un término que dentro del Diccionario de la Real Academia Española consta como “el arte de lidiar toros” (2001, p. 1455). La lidia como la conocemos en la actualidad nace en el siglo XVIII, cuando se abandona el toreo a caballo para realizarlo a pie (Todo Sobre España, 2009), siendo éste el punto de partida para la “fiesta brava”. Bien sabido es que las corridas de toros acarrean consigo años de tradición y cultura que se ven reflejados en el fortalecimiento de las relaciones humanas (Sabios del Toreo, s.f./2009) y en la creación de obras artísticas de toda índole (López, 2007; Molina, 1998).

Su expresión más moderna y elaborada es la
corrida de toros, un espectáculo que nació en España en el siglo XII cuando la nobleza abandona el toreo a caballo y la plebe comienza a hacerlo a pie, demostrando su valor y destreza. Al principio no existían tercios, orden ni reglas en las cuadrillas. Es Francisco Romero el primer diestro que pone orden a la fiesta y el creador de la muleta tal y como hoy se la conoce. La tauromaquia se practica también en Portugal, Francia y en diversos países de Hispanoamérica, como México, Colombia, Perú, Venezuela, Ecuador, Panamá y Bolivia.

Los términos griegos que significan toro y luchar, dan origen a la palabra tauromaquia (Von Dangel, 2007), los cuales en la actualidad han sido traducidos como un arte. Para los taurófilos, el toreo combina el entrenamiento del torero, su experiencia, la intuición, el control, las habilidades, la imaginación y la espontaneidad, asimilándolo no sólo como una lucha contra un animal (McCormick, 1992), sino como un expresión artística. Ésta lucha se considera un arte por ser una danza con la muerte, a la que el torero se somete para demostrar su valentía utilizando nada más que su inteligencia para escapar del “peligro” y de “la bravura del toro”. Se dice entonces, en el mundo taurino, que las corridas de toros enseñan “el arte de no morir, el arte de vivir” (La tauromaquia en Federico García Lorca, s.f./2009).


Origen e historia
Los toros son una de las tradiciones españolas más conocidas en todo el mundo y al mismo tiempo la más polémica.

Esta fiesta no existiría si no existiese el
toro bravo. El origen de esta raza de animales se la encuentra en el primitivo urus o uro que no habitó exclusivamente en España, pero sí es en este país donde encontró su mejor asentamiento.
Un importante precedente histórico se considera a los ejercicios de la caza del uro en la que se dieron los primeros enfrentamientos, en ellos, más importante que la propia fuerza física, eran la habilidad y destreza. Es quizás en estas tradiciones tan antiguas donde se puede encontrar el origen de las corridas de toros.

Los aficionados taurinos comprenden a las corridas de toros como una fusión entre el toro y el torero, y al mismo tiempo cada uno representa algo grandioso, como por ejemplo, el torero representa a un héroe o una figura en esencia mitológica, mientras que el toro representa la bravura, la virilidad, la nobleza y la belleza (Sabios del Toreo, s.f./2009). Asímismo, las corridas de toros envuelven ciertos aspectos que las hacen ser consideradas por ciertas personas como una obra de arte. Por ejemplo, los trajes de luces utilizados por los toreros, los cuales son elaborados minuciosamente por sastres, los diferentes lances maniobrados a lo largo de la corrida (Escuela Internacional, S.L., 2007), que representan para los taurófilos movimientos valientes, elegantes y exuberantes de masculinidad (Cáceres, 2009), y las grandes creaciones arquitectónicas que constituyen las plazas de toros. Es por todo esto que grandes autores como Goya, Hernest Hemingway, y Federico García Lorca han escrito, hablado y representado en pintura a la tauromaquia.

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Urus

Tauromaquia y la economía

La celebración de las corridas de toros en el Ecuador generan más de 300.000 fuentes de empleo directas e indirectas. La fiesta taurina influye en el desarrollo de varios sectores económicos de relevancia para el país, como son el turismo, la hostelería, la gastronomía, el transporte, la música, las artesanías, entre otros.

Actualmente la Tauromaquia se ha convertido en el segundo espectáculo de masas en los países donde se celebran corridas de toros, como España, Francia, Portugal, México, Colombia, Venezuela, Ecuador y Perú.